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Hace tanto tiempo ya... había decidido egoístamente abandonar
toda esperanza de volver a compartir mi vida con alguien,
no ofrecí en aquel tiempo algo más que no fuese amistad...
pero nuevamente la vida optó por jugar con mis decisiones
y hace cinco meses, en una noche como esta
miraba aún con algo de recelo al hombre de voz algo misteriosa para mi...
Miré sus ojos... miré cada uno de sus movimientos.

Escuchaba su voz con tranquilidad y respeto
y si su mirada cruzaba con la mía intentaba girar mi cabeza hacia otro lado para disimular un poco mi nerviosismo...

No recuerdo bien aún, en que momento simplemente me dejé llevar y me perdí en sus ojos, sin importarme si lo notaba, más de una vez me sonrojé, lo doy por hecho... pero ya era tarde, me había enamorado de su mirada...

Seguí escuchando su voz, mientras prendía un cigarrillo y tomaba mi copa y el me miró fijamente... no sé como no me desmayé en ese mismo segundo, primera vez que el me miraba con tanta fuerza, intentando ver más allá de lo que yo decidí contarle...

"Que lindos aquellos momento de tu niñez"...
dijo con tanta seguridad que sentí que hablaba con alguien que me conocía desde siempre...
tiré una risa algo silenciosa, tal vez a la defensiva...
después agradecí sus dichos dándole un beso en la mejilla... recibí un beso de su parte con mucha fuerza... no fuí capaz de dimensionar bien que había pasado... solo me separé y la niña juguetona comenzó a hacerse presente en mi cabeza, creando mil historias de amor en un segundo.

Pasaron los minutos, las horas, y la luz comenzaba a llegar
reímos, escuchamos, sentimos, entendimos...

Después, dispuesta a tratar de dormir un rato ya que el cuerpo me pasaba la cuenta por trasnochar... ví que a mi lado estaba el...
el pudo pensar:
Quizás solo le hace falta un abrazo...
alguien que la proteja... alguien que la haga hacer sonreír nuevamente...
Su corazón recién herido por malas jugadas de la vida y bueno, no hay que entrar en detalles, hizo un lugar para mi...
dando lugar a un abrazo que lo recibí algo cohibida...
después, nuevamente, decidí dejar que el destino hiciera lo suyo...
si la vida me quería dar una sorpresa... sea mala o buena, le presto mi corazón para que juegue conmigo una vez más, pensé en ese momento...

y con un beso en el claro del alba quedaron atrás años de sufrimiento y de ilusiones rotas...

Ojalá nunca termine este momento... se siente tan bien... es tan extraño que me sienta así inmediatamente... ¿Por qué?, pensé en silencio mientras sentía sus labios y su respiración...

El temor de niña y las esperanzas de una mujer común y corriente se hicieron presente en cada segundo de aquel momento
¿Despertaré? Esto debe ser solo un sueño...
No quiero despertar y verme sola una vez más...
Creo que puedo ser suficientemente buena para permanecer a su lado para siempre... sí, suena cursi, pero es lo que sentí mientras los abrazos se hacían cada vez más fuertes.

Aquel primer sueño murió, y sí, digo que murió por que hoy es una hermosa realidad. Una realidad que desde ese momento no ha perdido fuerzas, al contrario, pasan los segundos y toma más aún.

Amé, amo y amaré a ese hombre, quién dijo haber visto el brillo del sol en mis ojos con una pincelada de ternura
quien revivió todo el cariño que soy capaz de dar y ha devuelto en mi la seguridad y tranquilidad que vi perdida hace tanto tiempo ya...
5 meses llenos de amor, de felicidad incalculable, de confianza y respeto mutuo...
tal vez el sueño aún no ha muerto...
tal vez siempre lo sea...
no sabría distinguir a ratos si es así o no
solo sé que soy feliz a su lado y el a mi lado
que la envidia no ha sido capaz de romper nuestras ilusiones
sé que quiero compartir mi vida con el
sé que lo quiero hacer feliz por siempre
sé que el me ama y yo a el
es lo que necesito saber por ahora.

Me entrego una vez más a lo que diga la vida.
Me entrego a tus brazos y a tu voluntad
pues así... me siento la mujer mas dichosa de este mundo.