•Bittersweet memory•

La vida nunca deja de darnos sorpresas... alegrías, penas, decepciones, reencuentros, memorias, nuevas experiencias... etc...
pero aunque no podamos verlo claramente, nuestra piel y alma llevan silenciosas las huellas de todas estas vivencias, tanto aquellas que nos regalaron una sonrisa, como aquellas que hicieron botar lágrimas, que parecían doler más allá de lo normal, pero a la vez era necesario... experimentar ese dolor que nos confundió y a la vez nos mostró el camino...
Las promesas hechas en el ayer, con un triste mirar, amargo, doloroso, mortal... una despedida sin palabras... un adiós claro... un beso en la mejilla y el fin de todo... hoy no son nada más que dulces recuerdos, de amores idílicos, amistades idílicas, cuando las cosas parecían tener menos peso en nuestro existir... solo hoy nos damos cuenta que son estas mismas la base de nuestro presente...
La frase "No vivir de los recuerdos" borraría nuestra coherencia, se convertiría todo en algo aleatorio del día a día, como máquinas que renuevan sus deberes al día siguiente, no encuentro sentido, no encuentro el sentido entonces de haber vivido, haber sentido, triste o feliz, como sea... nadie que se considere con un presente fuerte puede negar su ayer... pero a la vez, hay que saber separar esto mismo... dejarlo en el baúl de los recuerdos... con una pequeña notita pegada... diciendonos "Esto me hizo lo que soy hoy, y agradezco cada cosita que hay aquí, pues gracias a ella hoy se más de la vida", y en base a eso, proyectarse, por un bien común, personal y colectivo... de quienes ahoran estan compartiendo el camino...