No eres más que una triste burla de mi sombra
los segundos tras los minutos
la locura tras la calma...
En redes creadas bajo tu odio, días tras día te ves atrapada
enceguecida en el pobre autoconvencimiento de superioridad
que por cierto ni tu te tragas...
¿Por qué? Hay todo un mundo ahí fuera
y sigues empeñada en vivir el mío...
En el circo de la vida, eres tú quién da el toque final...
un arlequín callejero, estropajo al respirar
carente de identidad, carente de vida...